Articulo - EL FENOMENO DE LOS BARRIOS CERRADOS
Artículo
de la revista OBRA. Marzo 2015.
EL FENOMENO DE LOS BARRIOS CERRADOS
(La llegada de
propuestas temáticas a la periferia)
A pesar de las críticas
recibidas en distintos foros, el avance de los barrios cerrados pareciera no
tener límites en la región metropolitana de Buenos Aires. Hoy ya existen cerca
de 600 que albergan a una población de
150 mil habitantes en una superficie de 500 km2, equivalente a más del doble de
la Ciudad de Buenos Aires y al 1% de la población metropolitana.
La depredación de árboles, la eliminación
de espacios naturales, la pavimentación indiscriminada, la polderización de
antiguos humedales, la oclusión de la desembocadura de los ríos interiores
constituyen algunos de los efectos que un barrio cerrado requiere para
conquistar el territorio.
Tras el auge de
ciertos formatos residenciales de prestigio, como “country club”, “club de
chacras”, “barrio semicerrado” y “torre country”, en evidencia de la hegemonía en
la oferta residencial para sectores medios de la población, se ha instalado
recientemente una nueva tendencia: los “barrios cerrados temáticos”, que
intentan envolver en glamour y refinamiento al desarrollo inmobiliario de la
región.
Algunos
emprendimientos apuestan a un paisaje pseudo-medieval que aluda a un estilo de
vida “puebleril” (como “Torrepueblo”, en Benavidez). Otros, en cambio,
prefieren recrear imágenes caribeñas, con extensas playas de arena blanca (como
Lagoon”, en Pilar). Y también aparecen aquellos que buscan emular ciudades acuáticas
(como Venice, en Tigre).
En un escenario con fuerte
presencia del Estado, el mercado inmobiliario sigue liberado a su propia
iniciativa, con un patrón de expansión urbana que carga con sus costos al
conjunto de la sociedad. Sin embargo, estos emprendimientos
fascinan a buena parte de la clase media local que aspira a concretar ese sueño
bucólico de vivir en un entorno apacible y frondoso.
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