Articulo - Para pensar.
Este artículo es
de la revista CPIC (Consejo Profesional de Ingeniería Civil), en donde resulta
muy interesante leerlo y comprenderlo.
AL RESCATE DEL STOCK EDILICIO-ESTRUCTURAL
A partir de la trascendente Revolución Industrial y el
consiguiente acelerado desarrollado científico-tecnológico que impone su
impronta en los estilos de vida de las sociedades pudientes contemporáneas, las
construcciones edilicio-infraestructurales han sido concebidas y ejecutadas con
la doble y errónea apreciación de que la biosfera terrestre se comporta como:
1. Reservorio
ilimitado e inagotable de recursos materiales y fluidos utilizados;
2. Receptáculo
asimilador de residuos mayormente nocivos generados por el metabolismo propio
de las actividades humanas.
No obstante, desde fines del siglo XIX –embrionariamente,
con la visión de Ernest Haeckel – y desde mediados del siglo XX -con documentos
cada vez más consistentes de la comunidad científica internacional- fue consolidándose
la certidumbre respecto de que el equilibro inestable de los ecosistemas
sustentantes del fenómeno viviente, ingresan en estado de riesgo por efecto de
operaciones y construcciones de nuestra especie. El impostergable cometido de
la sociedad de frenar tal estado de riesgo, nos impone apelar la creatividad a fin de plantear
innovaciones necesarias a las operaciones y construcciones hasta ahora
dominantes.
Susan Roaf enfatiza que “la
responsabilidad de la presente generación es reconstruir nuestro mundo”. De
ahí, se vuelve prioridad acometer el rescate del stock
edilicio-infraestructural implantado sobre el territorio, a los efectos que
deje de ser causal de distorsiones en los ecosistemas contenedores de los
mismos. Teniendo a acondicionarlos apropiadamente para reencontrar su
compatibilidad con factores condicionantes telúrico-culturales de la región de pertenencia.
Entendemos que –primariamente- el rescate del stock edilicio-infraestructural
concentradamente implantado en las megalópolis contemporáneas. Implica un
conjunto de estudios-acciones orientados a reacondicionar aquellas
construcciones que provocan distorsiones en el equilibrio inestable de los
ecosistemas sustentantes del fenómeno viviente. Ello exige, respecto a tales
construcciones, básicamente:
·
Tender a suprimir su dependencia a fuentes energéticas
provenientes de combustibles fósiles agotables –como carbón, petróleo y gas-
pasando a ser abastecidas por fuentes energéticas renovables, como la radiación
solar, las corrientes hídricas, la acción eólica, entre otros.
·
Disminuir el uso de materiales, fluidos y tecnologías
cuyo proceso de producción viene siendo abastecido por fuentes energéticas
provenientes de combustibles fósiles. Con emisión de contaminación atmosférica y
derrames de residuos tóxicos.
·
Reducir notoriamente la implantación de nuevas construcciones
en terrenos destinados a usos no-urbanos; tales como agrícola, forestal, parque,
con predominio de características naturales.
·
Suprimir ambientes ubicados por debajo del nivel
de terreno natural, propensos a ser afectados por filtraciones de aguas subterráneas
y radiación de gas radón, de dificultosa y costosa neutralización.
·
Suprimir ambientes ubicados notoriamente
elevados sobre el nivel del terreno natural, por su consiguiente dificultad de
acceder por medio peatonal a los mismos y ser dependientes de ascensores.
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